¿Qué prefieres, escuchar toda la mitología griega clavado en el pupitre de la mano de tu profesora, o descubrir el mundo de los héroes y los mitos a partir de su investigación en la música, la literatura y el arte contemporáneos? No conteste todavía. ¿Qué te vendría más a gusto, volver del patio y que te expliquen en dos sesiones de una hora la evolución de los primeros habitantes de la tierra, o que tú y tus compañeros se lancen a defender -con argumentación científica- el yacimiento que tiene el pueblo vecino, que al parecer está amenazado por un proyecto inmoviliario?"Hombre, preferimos trabajar con proyectos que nos ayudan a aprender cosas que nos servirán para la vida real, y que nos motivan. Son retos ", apunta uno de los alumnos de Cuarto de Educación Secundaria del instituto de Sils (Girona). Él es de los que está recogiendo información con sus compañeros para construir una defensa justificada del yacimiento -realmente existente, y anteriormente amenazado por un proyecto inmobiliario.
El trabajo por proyectos ha relegado las asignaturas a un tercio del horario en este centro educativo gerundense, y cada vez gana más terreno, según los expertos, a la organización compartimentada de las materias. "El conocimiento no es algo separado que se baste a sí mismo, sino que está inmerso en un proceso por el cual la vida se sostiene", proclamaba hace décadas el pedagogo John Dewey, una frase que adapta al siglo XXI Iolanda Arboleas, directora del instituto: "Queremos futuros ciudadanos que sepan relacionar aprendizajes, que sean capacess de trabajar en equipo, de innovar, de adaptarse a los cambios y comunicar bien".
Además de algunos centros educativos públicos, que como Sils hace años que apuestan por esta metodología, en las últimas semanas también ha trascendido el atrevimiento de las escuelas de los Jesuitas, una institución centenaria que en su profunda renovación también ha decidido cambiar las asignaturas por los proyectos. O el siempre envidiado sistema educativo finlandés, que recientemente también ha visto en las asignaturas un signo caduco de los tiempos educativos pasados.
Y es que los proyectos son sólo la palanca que permite a muchos docentes transformar los aprendizajes de sus alumnos en una actividad más motivadora (porque los reta), cooperativa (porque suelen trabajar en equipos) y significativa (las propuestas suelen ser vinculadas al entorno del centro). "Los alumnos siempre te preguntan: "pero eso para qué me servirá a mí?" Pues bien, los proyectos sí, dan sentido al aprendizaje. Está comprobado que los motivan", expone Neus Sanmartí, durante años directora del Instituto de Ciencias de la Educación y coautora del libro Trabajamos por proyectos? "Los currículos de todo el mundo deben enfocarse hacia los proyectos, porque permiten un trabajo interdisiplinar: los conocimientos deben relacionarse porque en la vida los problemas reales son complejos".
El Impacto De Los Proyectos En El Sistema
El impacto de la transformación de los Jesuitas ha suscitado un amplio debate en El Diario de la Educación, donde varios docentes y analistas han resaltado desde el conservadurismo de algunos institutos públicos a la hora de innovar hasta la poca cintura del Administración para facilitar estos cambios, pasando por quienes han matizado que las instituciones privadas parten con ventaja de recursos.
En el aspecto concreto del trabajo por proyectos, Sanmartí hace su diagnóstico: "Hasta ahora había algunos centros que trabajaban así, pero a contracorriente, y ahora quizás comenzará a pasar al revés. Sin embargo, dudo que el cambio sea generalizado. En general, el cambio se genera más en centros nuevos y en los que tienen alumnado difícil; los que ya tienen buenos resultados no se plantean cambios ", expone.
A veces no sólo se debe convencer a la Administración, sino también las familias. "Al principio se nos quejaban porque los niños no llevaban deberes en casa", recuerda la directora, que cree que las familias tienden a ser muy conservadoras al inicio.
Y es que decir adiós a un pilar del sistema educativo como han sido las asignaturas no es sencillo. Pero dice Arboleas Marisa: "No es decir adiós, porque compartimentar el conocimiento también es práctico a veces, pero lo que no puede ser es que termine vertebrando todo un proyecto educativo o un centro. No tiene sentido ", concluye.
Fuente: http://diarieducacio.cat/adeu-a-les-assignatures-el-treball-per-projectes-convenc-cada-cop-mes-escoles/
